sábado, 15 de enero de 2011

La pubertad y las encías

La pubertad y las encías


Durante la pubertad, el aumento de los niveles de hormonas produce un aumento de circulación sanguínea de la encía.

Por tanto, se tiende a hinchar y puede tener mayor tendencia a sangrar.
A medida que un joven madura en su desarrollo, la tendencia al sangrado disminuye pero si no se realizó una prevención adecuada, la encía puede quedar con daños permanentes.

La mejor manera de prevenir esta situación es el cuidado diario de los dientes y la visita regular a tu dentista ó periodoncista para que realice medidas preventivas periodontales y diagnótico precoz en caso de que aparecieran problemas más graves.

Las encías que sangran al cepillarse los dientes pueden ser primer inicio de la gingivitis o inflamación de las encías, una de muchas afecciones microbianas que los dentistas agrupan bajo el rubro de enfermedad periodontal.

En años recientes, los dentistas han puesto mayor atención a la enfermedad periodontal, que afecta no solo las encías si no la estructura profunda que sostiene el diente.

Los dientes pueden estar bastante sanos, pero la enfermedad los afloja, y sin nada que los mantenga con firmeza en su sitio, se caen.

Las distintas formas de la enfermedad son provocadas principalmente por bacterias y por no limpiar los dientes al menos una vez al día.

 Aunque a veces es difícil detectarlos, densos depósitos microbianos llamados placa se acumulan en la base de las encías.

 La placa las infecta por lo que se inflaman y atraen mas placa, lo que redunda en mayor inflamación.

 En tales condiciones, las encías sangran con facilidad, aun cuando sean limpiadas con un cepillo de cerdas suaves.

 Si se hace caso omiso de la inflamación, la infección ataca capas mas profundas, y con el tiempo el diente se tambalea en su alvéolo.

Algunas personas con buena salud tienen más tendencia a sufrirla que otras.

Es frecuente en aquellos que padecen diabetes, anemia o deficiencias nutricionales.

 La enfermedad periodontal puede acelerarse en la pubertad, en el embarazo, la menopausia y con la ingestión de píldoras anticonceptivas.

 Aunque una limpieza profesional hecha a conciencia puede detener la enfermedad, en casos avanzados es necesaria una intervención quirúrgica.

 El dentista remodela las encías de modo que el cepillado diario alcance todas las zonas de manera eficaz.

 Sin embargo, el trabajo de mantener los dientes limpios y las encías sanas depende de los hábitos de higiene bucal inculcados en el hogar; además, el  hilo dental y los colutorios ayudan a mantener las bacterias bajo control.

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